Tortuga
Publicado el 25 octubre, 2018 - Última modificación: 25 octubre, 2018La tortuga es un reptil terrestre perteneciente al orden Testudines que están caracterizados por posee un caparazón que se desarrolla desde sus costillas y que les ayuda a protegerse frente a los depredadores. Este orden incluye a todas las especies, tanto vivas como extintas. Las primeras especies conocidas datan de hace 220 millones de años, siendo los reptiles más antiguos por delante de serpientes o cocodrilos.
Especies
Actualmente se conocen 356 especies de tortugas vivas, de las que algunas se encuentran en peligro de extinción. Las distintas especies de tortugas varían en tamaño, color y alimentación.
Clade: Testudinata
- Género: Pappochelys
Clade: Testudines
- Suborden: Pleurodira
- Superfamilia: Cheloides
- Familia: Chelidae
- Superfamily Pelomedusoides
- Familia: Pelomedusidae – Pelomedúsidos (Tortugas de agua dulce)
- Familia: Podocnemididae – Tortuga de cabeza grande de Madagascar y Podocnemis (Tortugas de río)
- Superfamilia: Cheloides
Clade: Polycryptodira
Clade Pantrionychia
- Superfamilia: Trionychoidea
- Familia: Carettochelyidae – Tortuga boba papuana
- Familia: Trionychidae – Trioníquidos (Tortugas de caparazón blando)
- Superfamilia: Testudinoidea
- Familia: Emydidae – Emídidos y Terrapene.
- Familia: Geoemydidae – Geoemídidos, tortuga de hoja asiática, cuora y Batagur.
- Familia: Testudinidae – Tortugas verdaderas
Clade Americhelydia
- Familia: Chelydridae – Tortuga mordedora
- Superfamilia: Kinosternoidea
- Familia: Dermatemydidae – Tortugas de río
- Familia: Kinosternidae – Tortuga de pantano del este
- Superfamilia: Chelonioidea – Tortugas marinas
- Familia: Cheloniidae – Tortugas marinas hervíboras
- Familia: Dermochelyidae – Tortuga laúd
Tortugas extintas
Las tortugas gigantes de los géneros Geochelone, Meiolania existieron en América del Norte y del Sur, Australia y África. Se extinguieron al mismo tiempo que los humanos empezaban a existir, que las cazaban para alimentarse. La tortuga más grande de la historia fue la tortuga marina del género Archelon ischyros que vivió en el Cretácico Superior que media 4,6 m de largo.
Las siguientes familias y géneros de tortugas están extintas:
Clade: Testudinata
- Familia: Proganochelyidae
- Familia: Australochelidae
- Familia: Proterochersidae
Clade: Mesochelydia
- Familia: Indochelyidae
- Familia: Heckerochelyidae
Clade: Perichelydia
- Familia: Chelycarapookidae
- Familia: Sichuanchelyidae
- Familia: Helochelydridae
Clade: Meiolaniformes
- Familia: Meiolaniidae
- Familia: Otwayemyidae
- Familia: Trapalcochelys
- Género: Chubutemys
- Género: Peligrochelys
- Género:Patagoniaemys
- Familia: Kallokibotiidae
Clade: Testudines
- Suborden: Pleurodira
- Familia: Apertotemporalidae
- Familia: Platychelyidae
- Familia: Dortokidae
- Familia: Notoemyidae
- Superfamilia: Pelomedusoides
- Familia: Araripemydidae
- Familia: Euraxemydidae
- Familia: Bothremydidae
- Suborden: Cryptodira
- Infraorden: Paracryptodira
- Familia: Pleurosternidae
- Familia: Compsemyidae
- Familia: Baenidae
- Infraorden: Eucryptodira
- Familia: Macrobaenidae
- Familia: Eurysternidae
- Familia: Plesiochelyidae
- Familia: Xinjiangchelyidae
- Infraorden: Paracryptodira
Clade: Testudines
- Suborden: Pleurodira
- Familia: Apertotemporalidae
- Familia: Platychelyidae
- Familia: Dortokidae
- Familia: Notoemyidae
- Superfamilia: Cheloides
- Familia: Chelidae
- Superfamilia: Pelomedusoides
- Familia: Araripemydidae
- Familia: FaEuraxemydidae
- Familia: Bothremydidae
- Suborden: Cryptodira
- Infraorden: Paracryptodira
- Familia: Pleurosternidae
- Familia: Compsemyidae
- Familia: Baenidae
- Infraorden: Eucryptodira
- Familia: Macrobaenidae
- Familia: Eurysternidae
- Familia: Plesiochelyidae
- Familia: Xinjiangchelyidae
- Infraorden: Paracryptodira
Clade: Centrocryptodira
- Familia: Osteopygidae
- Familia: Sinemydidae
Clade: Polycryptodira
Clade Pantrionychia
- Familia: Adocidae
- Superfamilia: Testudinoidea
- Familia: Haichemydidae
- Familia: Lindholmemydidae
- Familia: Sinochelyidae
Clade Americhelydia
- Superfamilia: Chelonioidea
- Familia: Toxochelyidae
- Familia: Thalassemydidae
- Familia: Protostegidae
Características
La tortuga es clasificada como amniotes, junto con otros reptiles, aves y mamíferos. De la misma forma que otros animales amniotes, respiran aire y no ponen los huevos bajo el agua aunque muchas de ellas habiten la mayor parte de su vida en ella. La esperanza de vida de una tortuga es muy similar a la de los humanos, aunque algunas especies superan con creces a los humanos, como la tortuga gigante que puede llegar a vivir más de 150 años.
Son animales ectotérmicas (animales de sangre fría) así que la temperatura interna de su cuerpo varía según el medio ambiente donde se encuentre. No obstante, las tortugas marinas debido a su sistema metabólico poseen una temperatura corporal más alta que la del agua que les rodea.
Cabeza
La gran mayoría de las tortugas que pasan su vida en la tierra, poseen los ojos mirando hacia abajo. Las acuáticas poseen los ojos más cerca dela parte superior de la cabeza. Estas especies de tortugas se esconden en aguas poco profundas para esconderse de los depredadores pero no sumergen su cuerpo completamente, ya que deben dejar los ojos y fosas nasales en el exterior del agua. Las tortugas marinas al vivir toda su vida en el mar deben beber agua salada, así que para expulsar la sal tienen glándulas que generan lágrimas saladas que liberan los excesos.
En la punta de la cabeza tienen un pico rígido y usas mandíbulas para cortar y masticar los alimentos. Al parecer perdieron los dientes hace 150 – 200 millones de años, así que en lugar de dientes las mandíbulas están cubiertas por surcos córneos. En las carnívoras los surcos suelen estar afilados como cuchillos para poder cortar a sus presas. Las herbívoras poseen surcos con bordes serrados para cortas las plantas más duras. Con la lengua tragan la comida, sin embargo, no pueden sacar su lengua para atrapar a sus presas como si hacen otros reptiles.
Tamaño
La tortuga más grande es la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), animal marino que alcanza una longitud de unos 20 m y puede llegar a pesar unos 900 kg. Las que habitan en agua dulce son especies más pequeñas pero siempre existen excepciones, como la tortuga de Cantor (Pelochelys cantorii) una extraña especie de tortuga que no posee caparazón, en las que se han encontrado ejemplares de hasta 20 m. Esto empequeñece a las conocidas tortugas caimán (Macrochelys temminckii), la tortuga más grande de Norteamérica, que llega a alcanzar los 8 m de longitud y pesa 112,4 kg.
De las únicas tortugas gigantes que sobreviven actualmente que se encuentran en las islas Seychelles y Galápagos pueden llegar a medir más de 13 m y pesar 300 g. Las más pequeñas del mundo son las tortugas manchadas o tortugas manchadas de El Cabo (Homopus signatus) que miden 8 cm y pesa 140 g. Otras especies de tortugas pequeñas son la tortuga de pantano del este o tortuga de pantano común (Kinosternon subrubrum) y la tortuga almizclera común (Sternotherus odoratus) que habitan desde Canadá hasta Sudamérica.
Movimiento retráctil
Se dividen en dos grupos según como retraen el cuello en su caparazón (algo que las antiguas tortugas del Triásico tardío no podían realizar). El cuello se retrae lateralmente al costado, anterior a las fajas de los hombros en el suborden Pleurodira. Y se retrae recto hacía atrás, entre las fajas de los hombros, en el género Cryptodira. Esto movimientos pueden realizarse gracias a su morfología y disposición de las vértebras cervicales.
En las tortugas recientes, la columna vertebral se encuentra formada por nueve articulaciones y ocho vértebras independientes individualmente. Como estas vertebras no se encuentran fusionadas y son redondeadas, le permite mover el cuello fácilmente hacia atrás y hacia los lados. Se cree que este movimiento evolucionó para darle prioridad a la alimentación, antes que a la protección. Gracias a la retracción y extracción del cuello, pueden llegar más lejos para capturar a sus presas mientras nadan.
La protección que el caparazón le proporciona a la tortuga no es la función principal para la que fue «pensada» la retracción, sin embargo, posteriormente fue perfeccionada para otorgarle otro uso distinto, ésto es llamado exaptación.
Caparazón
Las tortugas son conocidas por su caparazón, pero sólo es llamada así la parte superior (la que es visible y dura). La parte inferior que recubre el vientre es llamada plastrón y es una parte mucho más blanda que la superior. Ambas están unidas por estructuras óseas llamadas puentes. Se encuentra atrapada en su caparazón, pues la capa interna está formada por unos 60 huesos que incluyen partes de la columna vertebral y las costillas.
En la mayoría de especies, el caparazón, está recubierto de escamas córneas que forma parte de la piel externa. Están hechas de proteína fibrosa queratina que también poseen otros reptiles. Las escamas ayudan a darle fuerza al caparazón. Algunas tortugas no poseen escapas córneas, como la tortuga láud (Dermochelys coriacea) o como las tortugas perteneciente a la familia Trionychidae llamadas tortugas de caparazón blando, que están recubiertas por piel de cuero.
La función del caparazón exterior es la protegerse de los depredadores. Sin embargo, no cubre la totalidad de su cuerpo así que tanto la cabeza, patas y vientres están desprotegidos y son bastante blandas y suaves. Para proteger las partes desprotegidas la tortuga es capaz de retraer sus extremidades dentro del caparazón. El caparazón varía en tamaño según el tipo de tortuga y especie, llegando a medir unos pocos centímetros hasta un par de metros.
La forma del caparazón determina como vive una tortuga. Las tortugas de caparazón grande en forma de cúpula que dificulta que los depredadores aplasten el caparazón con sus mandíbulas. También existen excepciones como la tortuga de las rocas o tortuga panqueque (Malacochersus tornieri) que posee una concha flexible que le permite acceder a las grietas de las rocas. En las tortugas acuáticas posee cochas planas y aerodinámicas que le ayudan a nadar y a bucear. Otras tortugas, como la tortuga caimán (Macrochelys temminckii) o la tortuga almizclera común (Sternotherus odoratus) tienen el plastrón en forma de cruz que les proporciona un movimiento más eficiente para poder caminar mejor por el fondo de los lagos y arroyos.
El color del caparazón varía según la especie. Normalmente son de color marrón, negro o verde oliva. En ciertas especies, pueden poseer marcas rojas de color anaranjadas y amarillas o grises o manchas, líneas o manchas irregulares. La tortuga más colorida es la tortuga pintada del este que posee un plastrón amarillo y un caparazón negro u oliva con marcas rojas en los bordes.
En las tortugas terrestres el caparazón es muy pesado en comparación con las tortugas acuáticas que tienen un caparazón blando y ligero para evitar hundirse y nadar más rápido. Los caparazones más ligeros poseen grandes espacios entre los huesos del caparazón llamados fontanelas. En el caparazón de la tortuga láud (Dermochelys coriacea) carecen de escamas y contienen muchas fontanelas los que las hace muy ligeras en el agua.
Respiración
Para los amnióticos la respiración se logra mediante la contracción y relajación de grupos musculares específicos compuestos por intercostales, músculos abdominales o diafragma que se encuentran unidos a la caja torácica interna que se expande o contrae ayudando a los pulmones en el flujo de aire. Sin embargo, en los quelonios el caparazón está fusionado con las costillas y son externas a sus fajas pélvicas y pectorales, una característica única de las tortugas. Por eso han desarrollado adaptaciones especiales para poder respirar.
La respiración pulmonar de las tortugas se realiza utilizando ciertos grupos de músculos abdominales que se encuentran adheridos a las vísceras y a la cáscara que empujan de los pulmones de forma ventricular durante la inspiración, donde el aire es espirado a través de un gradiente de presión negativa (Ley de Boyle). En la espiración, la contracción de la transversus abdominis es la fuerza motriz que empuja las vísceras hacia los pulmones y expulsa el aire bajo presión positiva.
Por el contrario, la relajación y el aplanamiento del músculo oblicuo abdominal hace retroceder el transversus, el cual, una vez más, devuelve el aire a los pulmones. Este proceso es acompañado por los músculos auxiliares son el pectoralis, que se utiliza junto con el transverso abdominal en la inspiración, y el serrato, que se mueve con el oblicuo abdominal que acompaña a la espiración.
Los pulmones de las testudinas son de múltiples cámaras y conectadas a lo ancho del caparazón. El número de cámaras varía entre los taxones, aunque comúnmente poseen tres cámaras laterales, tres cámaras mediales y una cámara terminal. Como hemos dicho con anterioridad, el acto de los músculos abdominales específicos que bajan las vísceras (o empujan hacia arriba) es lo que permite la respiración de las tortugas.
El gran tamaño del hígado de las tortugas el que tira o empuja de los pulmones. En la cavidad celómica, el hígado de las tortugas se encuentra unido directamente al pulmón derecho, y su estómago a su pulmón izquierdo por el mesopneumonio ventral, que se adhiere al hígado por el mesenterio ventral. Cuando el hígado es derribado, la inspiración comienza. El soporte de los pulmones es el tabique pospulmonar, que se encuentra en todas las testudinas, y se cree que impide que los pulmones se colapsen.
Respiración acuática
Todas las tortugas respiran aire, así que las acuáticas necesitan salir a la superficie en intervalos regulares de unas 8 horas de media, para llenar los pulmones de oxigeno. Algunas especies poseen grandes cavidades cloacales que están recubiertas con muchas proyecciones en forma de dedos. Estas proyecciones, conocidas como papilas, poseen un rico suministro de sangre y aumentan la superficie de la cloaca. Pueden absorber el oxígeno disuelto del agua usando estas papilas, de la misma manera que los peces usan branquias para respirar.
Piel y muda
La capa exterior del caparazón forma parte de la piel y cada estría corresponde a una única escala modificada. El resto de la piel presenta escamas muy pequeñas, muy parecidas a las de otros reptiles. No mudan lasu piel de una vez como si lo hacen las serpientes, sino que la mudan constantemente en pequeños trozos. Cuando se mantienen en acuarios, se pueden visializar pequeñas láminas de piel muerta en el agua (que puede parecen un trozo de plástico) que se desprende cuando se han desprendido cuando los animales se frotan contra otros objetos. También pierden piel, pero la piel muerta se acumula en gruesas perillas y placas que protegen las partes del cuerpo fuera del caparazón.
Es posible determinar la edad de una tortuga contando los anillos que se forman en la pila de las escamas más pequeñas y viejas sobre las más grandes y nuevas. Para realizarlo correctamente se debe conocer el número de escamas que se producen en un año en dicha especie en la que se quiere determinar la edad. Sin embargo, el método no es muy preciso, ya que la tasa de crecimiento de las escamas no es constante y porque algunas escamas pueden desprenderse de la concha.
Extremidades
Las tortugas terrestres son conocidas por su lentitud en sus movimientos. Sus patas son cortas y robustas, que restringen la longitud del paso. El caparazón es pesado y engorroso. Todos estos factores afectan a sus movimientos.
Las tortugas acuáticas poseen extremidades muy similares a las de las tortugas terrestres pero las patas son palmeadas, y en determinadas especies tienen garras. Este tipo de tortugas nadan en forma de «perrito», moviendo ligeramente sus patas con la diferencia de que alternan el empuje entre los patas izquierdas y derechas. Cuando más grandes son las tortugas menos nadan y prefieren andar por el fondo del río o lago, como la tortuga caimán (Macrochelys temminckii). Cuando tienen garras, éstas son muy largas y son usadas para salir fácilmente de los ríos y para trepar a los troncos que flotan, para tomar el sol. Los machos tienen garras más grandes que las hembras, que son usadas para estimular a la hembra durante el apareamiento. Algunas tortugas, como la tortuga boba papuana (Carettochelys insculpta) poseen aletas verdaderas, con los dedos fusionados en forma de paletas y las garras siendo relativamente pequeñas. Estas especies nadan de la misma manera que las tortugas marinas.
Las tortugas marinas pasan la mayor parte de su vida en el mar, por tanto, poseen aletas en lugar de patas. Éstas fluyen a través del agua realizando un movimiento de arriba hacia abajo con las aletas delanteras para generar empuje. Las patas traseras son usadas como timón. En comparación a las tortugas de agua dulce, poseen una movilidad muy limitada en la tierra. Además de la carrera desde el nido hasta el mar como crías, los machos nunca salen del mar. Sin embargo, las hembras deben regresar a la tierra para poner los huevos, donde se mueven muy lentamente y torpe, empujándose hacía adelante con las aletas.
Comportamiento
Sentidos
Se considera que las tortugas poseen una excepcional visión nocturna gracias al número inusualmente alto de células de vara en sus retinas. Tienen la capacidad de ver en color con una gran cantidad de subtipos de conos que van desde el ultravioleta cercano (UVA) hasta el rojo. En las tortugas terrestres la capacidad de movimiento de persecución es muy baja, debido a que se suele necesitar más en animales que cazan presas en movimiento extremadamente rápidas. Aunque las tortugas carnívoras son capaces de mover la cabeza con rapidez para partir en dos a su presa.
Comunicación
Normalmente pensamos que las tortugas son mudas y no emiten sonidos, pero es un planteamiento totalmente equivocado. Las tortugas son capaces de realizar varios sonidos para comunicarse. Los más famosos son los emitidos cuando cortejan o se aparean. Muchas especies acuáticas emiten sonidos ha baja frecuencia, inapreciables para los humanos, desde el momento en el que se encuentran en el huevo hasta que son adultas. Estas vocalizaciones son usadas para comunicarse cuando migran en grupos.
Inteligencia
Existen informes que determinan que la tortuga galápago de bosque (Glyptemys insculpta) es mucho más eficiente a la hora de resolver laberintos que los ratones blancos. También existen estudios de casos donde las tortugas han convivido jugando entre ellas. No obstante, el cociente de escefalización es realmente bajo en relación a su masa corporal y sus caparazones duros les permiten vivir sin reflejos rápidos y sin la necesidad de elaborar grandes estrategias para huir de los depredadores.
En el laboratorio las tortugas (Pseudemys nelsoni) han demostrado ser capaces de almacenar información y aprender nuevas tareas operativas en un plazo de 7,5 meses.
Hábitat
La tortuga prefiere que el ambiente sea húmedo y abierto. La capacidad de adaptación de las tortugas es muy variada, logrando sobrevivir en diversos ambientes.
- Tortugas terrestres: Prefieren bosques, desiertos y selvas tropicales, aunque en sus alrededores debe existir agua para poder beber y mantener su cuerpo hidratado constantemente. Cuando llega el invierno muchas especies deciden hibernar.
- Tortugas acuáticas: Están presentes en ríos y lagos.
- Tortugas marinas: Se adaptado perfectamente al mar y sólo la hembra debe acudir a tierra a poner los huevos, prefiriendo cuencas oceánicas y playas tropicales.
Distribución
Las tortugas se encuentran distribuidas por todo el planeta. Las marinas se concentran en las corrientes oceánicas de Japón y California. También se distribuyen desde las costas chilenas hasta Alaska. Las tortugas terrestres se encuentran concentradas en Europa y África. Las tortugas gigantes que quedan vivas, viven sólo en las islas Seychelles y Galápagos.
Alimentación
La tortuga varía su alimentación dependiendo del lugar en donde habite. Las tortugas adultas se alimentan de plantas acuáticas, invertebrados como insectos, caracoles y gusanos, y se ha informado que ocasionalmente se alimentan de animales marinos muertos. Algunas especies pequeñas de agua dulce son carnívoras, se alimentan de una gran variedad de especies acuáticas. Cuando son jóvenes necesitan proteínas para crecer así que todas son puramente carnívoras.
Las tortugas marinas consumen medusas, esponjas y otros animales de cuerpo blando. Algunas especies con mandíbulas más fuertes comen mariscos, mientras que otras, como la tortuga verde (Chelonia mydas) es estrictamente herbívora con una dieta compuesta de algas.
Depredadores
La tortuga posee determinados depredadores naturales según en el habite donde vivan y de la especie. De forma generalizada, las tortugas terrestres tienen como depredadores a perros, gatos salvajes, cocodrilos y lobos. Otras animales algunas aves, mamíferos e incluso reptiles se alimentan de los huevos. Las tortugas marinas son victimas de delfines, tiburones y orcas.
El ser humano también es un depredador de las tortugas, sobre todo en poblaciones indígenas y zonas de Asia. La carne es considerada un manjar afrodisíaco, lamentablemente es una creencia errónea y con su caparazón se realizan objetos y herramientas artesanales. También se capturan ciertas especies para ser vendidas como mascotas.
Reproducción
Las tortugas tardan muchos años en llegar a la edad reproductiva y, en algunos casos, se reproducen cada varios años en lugar de una vez al año.
Como en muchos reptiles, las tortugas ponen huevos blancos y blandos. Los huevos son esféricos en las especies más grandes, mientras que los del resto de espacies son alargados. En algunas especies la temperatura es clave para determinar el género de las crías. Si la temperatura es alta, causará una hembra. Si es baja causará un macho. A diferencia de los huevos de aves, los de tortugas no se coagulan al estar formados por una proteína diferente. Los huevos preparados para comer consisten solamente en yema.
Los huevos se depositan en grandes cantidades en agujeros excavados en barro o arena, que son cubiertos después y incubados por sí mismos. Los huevos eclosionan en unos 70 – 120 días, dependiendo de la especie. Cuando las crías eclosionan deben excavar para salir a la superficie y dirigirse hacia el mar o hacia una zona segura en caso de las terrestres. Esta etapa es crucial, ya que muchas serán cazadas por depredadores.
Estado de conservación
El estado de conservación de las tortugas es muy variable dependiendo de si son terrestres, marinas o acuáticas (de agua dulce). En febrero de 2011, «Tortoise and Freshwater Turtle Specialist Group » (Grupo de especialistas en tortugas y en tortugas de agua dulce) publicó un informe sobre las 25 especies de tortugas que poseen mayor probabilidad de extinguirse, junto a otras 40 especies en alto peligro de extinción. En la lista se excluyen a las tortugas marinas, pero tanto la tortuga laúd (Dermochelys coriacea) como la tortuga lora (Lepidochelys kempii) estarían entre las 25 primeras.
Entre el 48 – 54% de las especies son consideradas amenazadas, un porcentaje mayor si lo comparamos con otras especies de vertebrados. De las 263 especies de tortugas acuáticas de agua dulce y terrestres, 117 se consideran amenazadas, 73 se encuentran en peligro de extinción y una de ella está actualmente extinta. Siendo la familia Testudinidae la más perjudicada con 33 especies amenazadas de las 58 especies que componen la familia. El 70% del total de especies están extintas o en peligro de extinción. Las especies asiáticas son las más afectadas, seguidas de cerca por las cinco especies endémicas de Madagascar.
Las tortugas se enfrentan a numerosas amenazas, como la destrucción del hábitat, la recolección para el consumo y el comercio de mascotas. El alto riesgo de extinción de las especies asiáticas se debe sobre todo a la explotación no sostenible a largo plazo de tortugas para el consumo y la medicina tradicional china, y en menor medida para el comercio internacional de mascotas.
Relación con humanos
Los humanos se han relacionado con las tortugas durante varias formas a lo largo de toda la historia. Actualmente se tienen como mascotas o se usan como alimento, medicina tradicional y cosméticos.
Como mascotas
Los humanos mantienen a determinadas especies como mascotas. Las favoritas son las pequeañas tortugas terrestres y agua dulce como la tortuga rusa (Testudo horsfieldii), la tortuga de espolones africana (Centrochelys sulcata) y la tortuga pintada, tortuga escurridiza o jicotea (Trachemys scripta).
Como curiosidad, en Estados Unidos la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) no permite la venta de tortugas menores de 4 años (100 mm) desde 1975. El motivo es debido a que se puede contraer fácilmente la salmoneslosis a través del contacto casual. Sin embargo, se siguen vendiendo en algunos mercados, debido a que la ley de la FDA contiene una laguna que les permite venderlas si es con fines educativos.
Como alimento
La carne de algunas tortugas son consideradas un manjar en ciertos lugares del mundo. La sopa de tortuga es muy apreciada en la cocina angloamericana y también en ciertas partes de Asia. En Florida era popular el estofado de tortuga de Gopher.
En la isla de Gran Caimán, se sigue consumiendo tortuga y es un alimento muy apreciado de la dieta tradicional hasta el punto de agotar las poblaciones silvestres. Pero no frenaron ahí, se establecieron unas granjas para crear tortugas marinas y así poder consumir su carne. Sin embargo, no todo es negativo, ya que la finca libera espécines al Mar Caribe con el fin de reproblarlo de nuevo.
Cosméticos
En el Caribe y en México se sigue usando la grasa de tortuga como ingredientes principal de comésticos que se comercian como bajo el nombre «Crema de tortuga».
Medicina tradicional
Los plastrones son muy usados en la medicina tradiccional china. En Taiwan se importan cientos de toneladas al año de plastrones. Con los plastrones se prepara la jalea de guilinggao, mezclando con una variedad de hierbas. Actualmente, sólo se prepara con ingredientes herbales.