La musaraña es el nombre común que se le dan a las especies de insectívoros que pertenecen a la familia Soricidae. Se caracteriza por su pequeño tamaño y su hocico alargado móvil cubierto de largos y sensibles bigotes que sobresalen del labio inferior.

Aunque su apariencia es muy similar a un ratón, biológicamente no lo es, y es más cercano a los topos y a los erizos.

Musaraña buscando alimento
Musaraña buscando alimento

Especies

Actualmente existen unas 385 especies de musarañas organizadas en 26 géneros, agrupados en tres subfamilias, actualmente vivas: Musaraña de diente blancos (Cocidurinae), Musarñas africanas (Myosoricinae) y la musarañas de dientes rojos (Soricinae).

Además estás familias contienen a las subfamilias extintas: Limnoecinae, Crocidosoricinae, Allosoricinae y Heterosoricinae.

Más del 40% de las especies vivas son nativas de África. En el sudeste de la República Centroafricana se han registrado 16 especies habitando en la misma área.

La musaraña casera (Suncus murinus) fue introducida en partes de Arabia, África, Madagascar y algunas islas del Océano Pacífico e Índico.

Características

La musaraña es un pequeño mamífero de cuerpo cilíndrico, extremidades cortas y delgadas, y dedos con garras. Los ojos son pequeños, pero visibles y las orejas son grandes y redondeadas, excepto en las musarañas de cola corta y en las musarañas de agua. La cola varía de longitud entre especies, algunas colas son muy alargadas y otras especies muy cortas.

El tamaño puede variar según la especie, pero la musaraña bicolor (Sorex araneus) representa el tamaño común de la mayoría de las especies. El cuerpo mide entre 6 – 8 cm de longitud con una cola más corta entre 5 – 6 cm, y pesando hasta 14 g. La musarañita​ o musgaño enano (Suncus etruscus) es la más pequeña llegando a medir un máximo de 5 cm y pensado entre 1,2 y 2,7 g. La musaraña acorazada o musaraña del Congo (Scutisorex somereni) es la especie más grande que habita en África ecuatorial, mide entre 12 – 15 cm de longitud, con una cola entre 8 – 10 cm y con un peso de 113 g.

El cerebro es pequeño, pero el lóbulo olfativo está muy desarrollado lo que le otorga una menor inteligencia pero un gran sentido del olfato. También tienen sentidos agudos del oído y del tacto. Posee de 26 a 32 dientes blancos o rojos que no son reemplazados, ya que los dientes de leche se caen nada más nacer. Los dientes incisivos son usados para agarrar a las presas.

El pelo es corto, denso y suave y varía de gris a negro, con tonos ligeramente más pálidos o blanco en las partes inferiores. Ciertas especies de Sorex son tricolores, con un dorso marrón oscuro con lados marrón grisáceos y partes inferiores grisáceas. La musaraña de Piebald (Diplomesodon pulchellum) es blanca y gris a lo largo de la cabeza y la espalda.

Su sexo no se puede conocer a simple vista, como ocurre con muchos animales, ya que los machos poseen los testículos guardados en la cavidad abdominal y no descienden.

Algunas especies de cola corta norteamericanas del género Blarina y las del Viejo Mundo del Género Neomys pueden inmovilizar a sus presas mediante el uso de saliva tóxica.

Adaptaciones

Generalmente las musarañas tienen el mismo cuerpo, pero las especies tropicales, como las musarañas forestales (género Sylvisorex) de África y las musarañas de dientes blancos (género Crocidura) de Asia, que se alimentan y viajan en arbustos, vides y pequeños árboles bajo el dosel del bosque poseen pequeñas adaptaciones, poseyendo unos pies, dedos y cola mucho más largas que las especies que habitan en el suelo.

Otras musarañas están adaptadas para vivir bajo tierra y excavar túneles, y en la superficie pasan un tiempo muy limitada. Estas especies poseen ojos y orejas mucho más pequeños oscurecidos por el pelaje, garras largas en las patas delanteras y colas cortas.

Algunas de estas musarañas que habitan bajo tierra son: la musaraña de cola corta norteamericana (género Blarina), la musaraña keniana (género Surdisorex), la musaraña topo asiática (Anourosorex squamipes) y la musaraña de Kelaart (Feroculus feroculus) de Sri Lanka.

Las musarañas acuáticas tienen ojos especialmente pequeños (cubiertos con piel del género Nectogale). Son especies anfibias que se alimentan en la tierra y en el agua. El African Scutisorex somereni demuestra una especialización extraña e inexplicable. Las vértebras lumbares están ampliadas y son adicionales y están entrelazadas por numerosas espinas óseas, formando una columna vertebral flexible y muy fuerte. Esta musaraña puede soportar el peso de una persona.

Existen géneros de musarañas (Sorex y Blarina) capaces de ecolocalizar, como la musaraña colicorto septentrional (Blarina brevicauda). Emiten una serie de chirridos ultrasónicos, muy similar al de los murciélagos. A diferencia de los murciélagos, es usado para investigar su territorio en vez de para encontrar comida.

Comportamiento

La mayoría de las musarañas están activas durante todo el año, incluyendo el día y la noche, con pequeños periodos regulares de descanso. Son ferozmente territoriales y son muy agresivas con los rivales. Son animales solitarios y sólo se juntan para aparearse.

Para comunicarse entre ellos emiten chasquidos, gorjeos, chirridos, silbidos, ladridos y sonidos ultrasónicos en contextos de alarma, defensa, agresividad, cortejo, interacciones entre la madre y la cría, y exploración y búsqueda de alimento.

No hibernan, pero son capaces de entrar en un letargo. Durante el invierno, muchas especies experimentan cambios morfológicos que reducen el peso corporal, y en algunos casos este cambio se realiza drásticamente. Puede llegar a perder entre el 30 – 50% de su peso corporal, reduciendo el tamaño de los huesos, el cráneo y los órganos internos.

Hábitat

Las musaraña se han adaptado a distintos hábitats como: tundra, coníferas, bosques caducifolios y tropicales, sabanas, pastizales húmedos y áridos, y desiertos.

Distribución

Las musaraña se encuentran desde NorteAmérica hasta el noreste de Sudamérica. También está presente en África, Euroasia y en diferentes grupos de islas al este de Asia continental hasta las Islas Aru en la plataforma continental australiana.

Alimentación

La musaraña es un animal omnívoro que se alimenta de insectos y otros invertebrados, pero también de pequeños vertebrados, semillas y hongos.

El alto indice metabólico les hace consumir, en alimentos más de su propio peso. Si pasan más de una hora sin comer tendrá problemas para sobrevivir. Así que la vida de la musaraña consiste en una búsqueda frenética del alimento.

Buscan en el suelo y en la basura con su hocico para desenterrar a cualquier invertebrado al que detecten su olor y con sus sensibles bigotes.

Las presas más grandes son inmovilizadas con las patas delanteras, agarrada por la boca y manipulada con el hocico flexible.

Depredadores

La musaraña es cazada, principalmente, por el cárabo común y la lechuza común. Aunque también se han registrado como depredadores a comadrejas, zorros, armiños y cernícalos.

En ocasiones, se encuentran musarañas muertas que han sido cazadas por gatos, pero que no han llegado a ser consumidas debido a su mal sabor.

Reproducción

Las musarañas hembras pueden tener entre 2 – 10 crías al año, que nacen ciegas y sin pelo. En los trópicos se reproducen en cualquier momento del año, sin embargo, en las zonas templadas sólo se reproducen durante el inverno. La gestación es de unos 28 días.

La madre se mantiene atenta y ante un peligro, cogerá a las crías por el cuello y las llevará a un nuevo nido. Cuando tienen una edad suficiente las crías forman una cadena, agarrando la base de la cola de la cría que está adelante, para seguir a la madre cuando se reubica en otro nido. Este comportamiento es denominado «caravanning» (en inglés).

Estado de conservación

La mayoría de especies de musarañas no se encuentran en peligro, no obstante existen algunas especies amenazadas, como la musaraña de las tierras altas de África Oriental (Crocidura allex), la musaraña Ruwenzori (Ruwenzorisorex suncoides) y (Sylvisorex camerunensis) que se encuentran vulnerables. Las especies (Solisorex pearsoni) y (Suncus dayi) se encuentran en peligro de extinción y las especies (Suncus aequatorius) está en peligro crítico de extinción.

La principal causa de la disminución de las poblaciones de estas especies, son la desforestación del hábitat natural.

Relación con humanos

Las musarañas son muy ignoradas por los humanos y pasan inadvertidas la mayor parte del tiempo. No obstante, puede convertirse en un problema en algunas ocasiones debido a que pueden atacar a diversas mascotas.

Algunas veces entran en los hogares y se alimentan de comidas almacenadas que quedan contaminadas con haces y orina. Este problema es muy común en granjas agrícolas. Si encuentra alguna musaraña es muy recomendable evitarla, ya que es muy agresiva y puede trasmitir graves infecciones.

Cultura popular

En español existe la expresión «Estar pensado en las musarañas» que se le dice a alguien que se encuentra distraído en ese momento. Esta expresión era usada originalmente en el campo para cuando alguien no realizaba los trabajos propios del campo, era porque estaba perdiendo el tiempo, mirando a las musarañas que emergían de la tierra.