El milpiés es el nombre común de los diplópodos, que son una clase de miriápodos que se caracterizan por tener dos pares de patas articuladas en la mayoría de sus diplosegmentos.

El milpiés (diplópodos) pertenece a la misma familia que el ciempiés (quilópodos) pero no hay que confundirlos, ya que los ciempiés solo poseen un par de patas por cada segmento, mientras que el milpiés posee dos.

Vista área de un milpiés
Vista área de un milpiés

Especies

Existen aproximadamente 10.000 especies vivas dentro de la clase de los miriápodos. Por ejemplo, el Julus terrestris es una especie de 25 mm nativa de Europa e introducida en Norteamérica. Esta especie, a menudo, es conocida como gusano de alambre.

Algunas especies carecen de ojos, y son de un color brillante, como el milpiés de invernadero (Oxidus gracilis) de 25 mm. Una de las especies de mayor prestigio y común, es el milpiés gigante americano (Narceus Amercanus) de unos 100 mm de color negro y rojo de los bosques del sureste de los Estados Unidos. El milpiés gigante africano (Archispirostreptus gigas), es nativo del África subtropical, es la especie más grande que existe, alcanzando longitudes de hasta 280 mm.

El invertebrado extinguido Arthropleura, un pariente de ciempiés y milpiés, vivió durante el Período Carbonífero (hace 359,2 millones a 299 millones de años). Se encuentra entre los insectos más grandes jamás descritos; las estimaciones de los segmentos de blindaje fósil sugieren que la especie podría haber crecido a más de 2 metros de longitud.

Características

El milpiés es un animal invertebrado de un tamaño que oscila entre mediano y grande. El cuerpo es alargado y estrecho y está compuesto de segmentos.

En la cabeza, podemos encontrar: antenas, ojos simples (ocelios) y un solo maxilar. La longitud puede llegar a variar entre 2 – 280 mm. El número de segmentos oscila entre 11 – 100, según la especie.

Poseen hasta 200 pares de patas: dos pares en cada diplosomita, a excepción del primer segmento de la cabeza, que no posee ninguna pata, y los siguientes tres segmentos, que contienen cada uno un par de patas. Cada diplosomita contiene dos pares de órganos internos (dos pares de ganglios y dos pares de arterias cardíacas) con la excepción de los primeros cuatro segmentos. Las patas trabajan juntas y se mueven en movimiento ondulatorio.

Todos menos uno de los milpiés están blindados con placas dorsales calcáreas. En defensa, no muerden; la mayoría mete la cabeza primero en una bobina apretada con el exoesqueleto expuesto.

Algunas especies poseen una picadura venenosa que es usada para matar a sus presas antes de comérsela y otras segregan un líquido o gas acre y tóxico de las glándulas laterales.

Comportamiento

El milpiés se mueve lentamente bajo un movimiento ondulatorio. Prefiere lugares húmedos y evitan la luz. Durante el día permanecerán ocultos bajo rocas o cortezas de árboles.

Prefieren las cuevas húmedas, ya que el tiempo estimado de supervivencia en un lugar seco es de apenas un día.

Hábitat

El milpiés prefiere lugares fríos, húmedos y oscuros. Habita bajo las rocas, en la hojarasca, en troncos podridos y, a veces, en madrigueras conocidas como microhábitats.

Distribución

El milpiés se encuentra distribuido por todo el mundo, pero es mucho más común en el hemisferio sur, donde se conocen ciertas especies que llegan a medias casi 40 cm de longitud.

Alimentación

El milpiés es un animal omnívoro que se alimenta de material vegetal muerto y de materia en descomposición que obtiene del suelo del bosque.

También se alimentan de algunas especies de plantas vivas y las especies más grandes cazan insectos.

Depredadores

El milpiés posee una serie de depredadores naturales, que incluyen a aves, tejones, zorros y pequeños roedores como musarañas y ratas.

Cuando siente que se encuentra en peligro, se enrosca una espiral y algunas especies son capaces de expulsar un liquido olfativo muy desagradable que disuade a los depredadores.

Milpiés enrollado para defenderse
Milpiés enrollado para defenderse

Reproducción

El milpiés hembra puede poner hasta 1.000 huevos pegajosos a la vez, aunque promedio suele ser de unos 500 huevos.

Cuando eclosionan, sólo poseen 3 pares de patas y van perdiendo su piel conforme van creciendo. Cada vez que pierden la piel, van desarrollando más segmentos corporales y patas.

Estado de conservación

Por lo general, las especies de milpies están fuera de peligro; debido a que habitan en zonas inaccesibles para muchas especies de animales, y sobre todo para el hombre.

Relación con humanos

El milpiés no tiene ningún impacto sobre el bienestar económico o social en los humanos, aunque puede llegar a ser una molestia o plaga agrícola. El milpiés de serpiente manchada (Blaniulus guttulatus) es una plaga que afecta a la remolacha azucarera y a otros cultivos de raíces.

Al no picar son inofensivos para los humanos y sus secreciones afectan solo a otros animales, aunque pueden causar una decoloración mejor en la piel. Sin embargo, algunas especies tropicales pueden causar dolor, comezón, eritema local, edema, ampollas, eczema y ocasionalmente piel agrietada.

Las secreciones pueden afectar a los ojos causando irritación general y enfermedades más graves como conjuntivitis y queratitis. Conocidas como quemadura de milpiés. Los primeros auxilios consisten en enjuagar la zona afectada con agua a fondo.

Los milpiés de las órdenes Spirobolida, Spirostreptida y Sphaerotheriida, son populares como mascotas, incluyendo a las especies: Archispirostreptus, Aphistogoniulus, Narceus y Orthoporus.

En la biológica, se ha observado que las secreciones de Spirobolus bungii inhiben la división de las células cancerosas humanas. También son usados para estudiar la fisiología de los artrópodos. En tecnología, es una fuente de inspiración para crear robots que necesiten llevar cargas pesadas y ser transportadas en áreas estrechas que implican giros y curvas.

Cultura popular

El milpiés está presente en el folclore y medicina tradicional en todo el mundo. En algunas culturas se encuentra asociado con las próximas lluvias. En la cultura yoruba de Nigeria, son usados en el embarazo y en diversos rituales.

También se trituran para tratar la fiebre, el resfriado y las convulsiones en los niños. En Zambia, también los trituran pero es usado para las heridas y el dolor de oído. En las tribus Bhotiya del Himalaya, es usado para tratar las hemorroides.

Los nativos de Malasia usan las secreciones para envenenar las puntas de sus flechas. Sólo existe un uso como alimento. El pueblo bobo de Burkina Faso los consume hervidos y secos en salsa de tomates.