El sapo africano (Nectophryne afra) es tipo pequeño de sapo que habita en los bosques de África Central. Dentro de esta especie existen dos subespecies llamadas Nectophryne afraNectophryne batesii. Los dos tipos tienen un color y tamaño similar aunque habitan en zonas distintas.

Actualmente, se hace muy difícil conocer más acerca de este sapo debido a la decreciente población y se sabe muy poco sobre él. Sólo existen un puñado de registros en una limitada área de distribución siendo insuficientes como para confirmar, que África es su hábitat natural. Simplemente los registros asumen que el sapo africano vive en estas zonas.

Sapo africano
Sapo africano

Características

El sapo africano es un animal terrestre y vertebrado que crece hasta unos 3,8 cm de longitud, aunque concretamente esta especie tiene unas patas traseras especialmente creadas para trepar, saltar sobre el suelo y nadar, ya que lleva una vida semiacuática. Sus dedos son largos, delgados y pegajosos, en forma de disco y redondeados en las puntas que les permite agarrarse a una superficie más grande.

Varia de color marrón oscuro a marrón claro y al igual que otras especies de sapos tiene manchas blancas en el vientre.

Se desconoce cuanto tiempo llega a vivir en libertad, pero en cautividad llega a durar hasta los 3 o 4 años de edad.

Comportamiento

El sapo africano es un animal salvaje y solitario. Al igual que otros sapos es un anfibio semiacuático, pero pasa la mayor parte de su vida caminando, corriendo y saltando por el suelo de los bosques donde puede encontrar más comida y agua. Al ser un animal diurno, cuando cae la noche y la oscuridad se apodera de la zona, el sapo africano se esconde en lo alto de la vegetación para evitar a los depredadores, que habitan el suelo durante la noche. Su color y marcas en la piel, también le ayuda a pasar más desapercibido ante sus depredadores hambrientos.

Hábitat

El sapo africano se localiza entre las regiones de África Central en países como Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón, Nigeria y la República Democrática del Congo. Aunque debido a la escasez de registros, simplemente se asume y no se descarta que puedan existir en otras zonas.

El sapo africano habita en la humedad  tropicales o subtropicales, en los bosques de tierras bajas y en los bosques degradados donde existen abundantes abastecimiento de agua. Sin embargo, actualmente se encuentra restringido a los bosques más altos.

Alimentación

El sapo africano es un anfibio carnívoro que espera a que su presa se descuide para disparar, a alta velocidad,  su larga y pegajosa lengua. Caza pequeños invertebrados como insectos, gusanos y arañas.

Depredadores

Esta parte también sobre el sapo africano también es desconocida, pero se cree que debido a su pequeño tamaño tiene muchos depredadores como peces, pájaros, lagartos, serpientes, roedores y otros anfibios más grandes que él, como ranas o sapos.

Reproducción

Debido a la pequeña población de sapos africanos se conoce muy poco acerca de su reproducción, aunque se sabe que es un animal ovíparo. La hembra llega a poner hasta 200 huevos pegajosos que se encuentran escondidos entre pequeñas cavidades huecas de árboles con agua. Estos árboles son vigilados por el macho hasta que los huevos eclosionen en renacuajos.

Se desconoce de que se alimentan durante su primera etapa, pero una vez han completado la metamorfosis saltan del árbol hacia el bosque.

Estado de conservación

Actualmente, el sapo africano es escasamente observado en los bosques africanos, pero ha sido clasificada de Menor preocupación de extinción, en un futuro próximo. No obstante, esto está basado en escasos datos y en su supuesta amplia distribución por toda África central aunque se supone que esta especie de sapo está en declive.

Su mayor amenaza es la perdida de su hábitat debido a la deforestación, y en menor medida, la contaminación del aire también le afecta aunque no hay estudios directos que lo verifiquen.

Relación con humanos

Todavía se sabe poco sobre este sapo, a pesar de haber sido estudiado por los locales. Sin embargo, si se sabe que los humanos están involucrados en el comercio de especies exóticas para venderlas como mascotas. Aunque se desconoce cual es el efecto de la actividad humana, pues el pequeño tamaño del sapo dificulta los estudios.

Si se da por supuesto que las actividades humanas como la contaminación, la deforestación y la actividad agrícola afecten a esta especie de sapos.